7 POETES EUROPEUS (S.XIX - XX)
I
ALCETA
Oye, Meliso: he de contarte un sueño
de esta noche, que vuelve a mi memoria
al contemplar la luna. Yo me hallaba
en la ventana que da al prado, a lo alto
mirando, y he aquí que de improviso
la luna se desprende, y me parece
que cuanto en su caer va aproximándose
tanto crece a la vista; en fin, que vino
a dar de golpe en medio el prado; y era
tan grande como un cántaro, y de chispas
vomitaba una niebla, que chirriaba
cual carbón encendido que en el agua
se sumerge y se extingue. De este modo,
la luna, como he dicho, sobre el campo
se apagó poco a poco, ennegreciéndose,
y alrededor las yerbas humeaban.
Vi entonces que en el cielo había quedado
un vislumbre, una huella o bien un nicho
donde ella fué arrancada, de manera
que me helé de terror, y aun me estremezco.
MELISO
Y bien has de temer, que fácil cosa
fuera caer la luna entre tu campo.
Oye, Meliso: he de contarte un sueño
de esta noche, que vuelve a mi memoria
al contemplar la luna. Yo me hallaba
en la ventana que da al prado, a lo alto
mirando, y he aquí que de improviso
la luna se desprende, y me parece
que cuanto en su caer va aproximándose
tanto crece a la vista; en fin, que vino
a dar de golpe en medio el prado; y era
tan grande como un cántaro, y de chispas
vomitaba una niebla, que chirriaba
cual carbón encendido que en el agua
se sumerge y se extingue. De este modo,
la luna, como he dicho, sobre el campo
se apagó poco a poco, ennegreciéndose,
y alrededor las yerbas humeaban.
Vi entonces que en el cielo había quedado
un vislumbre, una huella o bien un nicho
donde ella fué arrancada, de manera
que me helé de terror, y aun me estremezco.
MELISO
Y bien has de temer, que fácil cosa
fuera caer la luna entre tu campo.
ALCETA
¿Quién lo sabe? ¿No vemos en verano
las estrellas caer?
MELISO
Tantas estrellas
hay, que no importa que una u otra caiga,
si mil han de quedar. Pero la luna
está sola en el cielo, y de ninguno
nunca caer fué vista sino en sueños.
¿Quién lo sabe? ¿No vemos en verano
las estrellas caer?
MELISO
Tantas estrellas
hay, que no importa que una u otra caiga,
si mil han de quedar. Pero la luna
está sola en el cielo, y de ninguno
nunca caer fué vista sino en sueños.
Versión de Diego Navarro
GIACOMO LEOPARDI (Itàlia 1798 -1837)
GIACOMO LEOPARDI (Itàlia 1798 -1837)
II
En un álbum
Sobre la fría losa de una tumba
un nombre retiene la mirada de los que pasan,
de igual modo, cuando mires esta página,
pueda el mío atraer tus ojos y tu pensamiento.
Y cada vez cada vez que acudas a leer este nombre,
piensa en mí como se piensa en los muertos;
e imagina que mi corazón está aquí,
inhumado e intacto.
Versión de Arturo Rizzi
En un álbum
Sobre la fría losa de una tumba
un nombre retiene la mirada de los que pasan,
de igual modo, cuando mires esta página,
pueda el mío atraer tus ojos y tu pensamiento.
Y cada vez cada vez que acudas a leer este nombre,
piensa en mí como se piensa en los muertos;
e imagina que mi corazón está aquí,
inhumado e intacto.
Versión de Arturo Rizzi
George Gordon Noel, 6è Baró Byron
Lord Byron (1788 - 1824)
Mi voz
En este mundo inquieto, moderno, apresurado,
tomamos todo aquello que nuestro corazón deseaba -tú y yo,
y ahora las velas blancas de nuestro barco están arriadas
y agotada la carga del navío.
Por ello, prematuras, empalidecen mis mejillas,
pues el llorar es mi contento huido
y el dolor ha apagado el rosa de mi boca
y la ruina corre las cortinas de mi lecho.
Pero toda esta vida atiborrada ha sido para ti
solamente una lira, un laúd, el encanto sutil
del violoncello, la música del mar
que duerme, mímico eco, en su concha marina.
En este mundo inquieto, moderno, apresurado,
tomamos todo aquello que nuestro corazón deseaba -tú y yo,
y ahora las velas blancas de nuestro barco están arriadas
y agotada la carga del navío.
Por ello, prematuras, empalidecen mis mejillas,
pues el llorar es mi contento huido
y el dolor ha apagado el rosa de mi boca
y la ruina corre las cortinas de mi lecho.
Pero toda esta vida atiborrada ha sido para ti
solamente una lira, un laúd, el encanto sutil
del violoncello, la música del mar
que duerme, mímico eco, en su concha marina.
Versión de E. Caracciolo Trejo
Edición de Libros Río Nuevo 2001
Edición de Libros Río Nuevo 2001
OSCAR WILDE (1854 - 1900)
IV
Sepulcro de una muchacha joven
Lo recordamos todavía. Es como si todo esto
tuviera que ser una vez más.
Lo recordamos todavía. Es como si todo esto
tuviera que ser una vez más.
Como un árbol en la costa de los limones
llevabas tus pequeños pechos leves
hacia adentro del murmullo de su sangre
de aquel dios.
llevabas tus pequeños pechos leves
hacia adentro del murmullo de su sangre
de aquel dios.
Y era tan esbelto
fugitivo, el que mima a las mujeres.
fugitivo, el que mima a las mujeres.
Dulce y ardiente, cálido como tu pensamiento,
cubriendo con su sombra tu flanco juvenil
e inclinado como tus cejas.
cubriendo con su sombra tu flanco juvenil
e inclinado como tus cejas.
Versión de Jaime Ferrero Alemparte
RAINER MARIA RILKE (1875 - 1926)
V
Ser
Con la frente como una bandera perdida
Te arrastro cuando estoy solo
Por calles heladas
Por cuartos negros
Proclamando infortunios
No quiero abandonar
Tus manos claras y complicadas
Nacidas en el encerrado espejo de las mías
Todo lo demás es perfecto
Todo lo demás es todavía más inútil
Que la vida
Excava la tierra bajo tu sombra
Un estanque junto a los senos
donde hundirse
como una piedra
extret de la pàgina de Marcelo Saraceno
Con la frente como una bandera perdida
Te arrastro cuando estoy solo
Por calles heladas
Por cuartos negros
Proclamando infortunios
No quiero abandonar
Tus manos claras y complicadas
Nacidas en el encerrado espejo de las mías
Todo lo demás es perfecto
Todo lo demás es todavía más inútil
Que la vida
Excava la tierra bajo tu sombra
Un estanque junto a los senos
donde hundirse
como una piedra
extret de la pàgina de Marcelo Saraceno
PAUL ELUARD (1895 - 1952)
VI
VI
Versos a Blok
En Moscú, las cúpulas en llamas.
En Moscú, ya tañen las campanas.
Los sepulcros están aquí, en hilera,
y allí duermen los zares, las zarinas.
Tú no sabes aún que en el alba del Kremlin
se respira mejor que en cualquier otro sitio.
Tú no sabes que en el alba del Kremlin
yo te rezo hasta el alba.
Tú pasas sobre el Neva
y yo sobre el Moscova,
cabizbaja.
Se duermen las farolas.
Te quiero en el insomnio.
Te escucho en el insomnio.
Mientras que por el Kremlin
despiertan campaneros.
Mi río con tu río,
mi mano con tu mano
se ignoran. Cariño mío, alegría
hasta que el alba alcance a la siguiente.
En Moscú, ya tañen las campanas.
Los sepulcros están aquí, en hilera,
y allí duermen los zares, las zarinas.
Tú no sabes aún que en el alba del Kremlin
se respira mejor que en cualquier otro sitio.
Tú no sabes que en el alba del Kremlin
yo te rezo hasta el alba.
Tú pasas sobre el Neva
y yo sobre el Moscova,
cabizbaja.
Se duermen las farolas.
Te quiero en el insomnio.
Te escucho en el insomnio.
Mientras que por el Kremlin
despiertan campaneros.
Mi río con tu río,
mi mano con tu mano
se ignoran. Cariño mío, alegría
hasta que el alba alcance a la siguiente.
Versión de Severo Sarduy
MARINA TSVETÁIEVA (Rusia 1892 - 1941)
VII
Soy un discurrir de arena que resbala...
soy un discurrir de arena que resbala
entre la duna y los guijarros
la lluvia del verano llueve sobre mi vida
sobre mí vida mía que me persigue y huye
y tendrá fin el día del comienzo
caro instante te veo
en el retroceder de este telón de bruma
donde ya no deberé pisar estos largos umbrales movedizos
y viviré lo mismo que una puerta
que se abre y se vuelve a cerrar
entre la duna y los guijarros
la lluvia del verano llueve sobre mi vida
sobre mí vida mía que me persigue y huye
y tendrá fin el día del comienzo
caro instante te veo
en el retroceder de este telón de bruma
donde ya no deberé pisar estos largos umbrales movedizos
y viviré lo mismo que una puerta
que se abre y se vuelve a cerrar
Versión de Jenaro Talens
SAMUEL BECKETT (Irlanda 1906 - 1989)
*La major part de versions han estat extretes de la pàgina:
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada